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La finalidad del presente proyecto es la adaptación del complejo del antiguo Hospital Xeral como futura Ciudad de la Justicia.

El proyecto de transformación surge de la necesidad de rehabitar uno de los hitos vigueses, dotando a la ciudad con un gran equipamiento que sirva a todos y que se convierta en la imagen del nuevo Vigo del sXXI. Tras las numerosas remodelaciones y ampliaciones que ha sufrido el edificio a lo largo de su historia, el proyecto propuesto pretende dar una visión unificadora del conjunto, gracias a una gran fachada bioclimática pasiva formada por lamas horizontales que se curvan gracias a la temperatura exterior. Será una envolvente abierta y ligera, sin nada que ocultar, como la justicia.

La premisa inicial del proyecto es generar una propuesta de diseño que implique el mínimo mantenimiento a lo largo de su vida útil. Utilizando materiales durables y de calidad. Siempre manteniendo la elegancia y la sencillez propias de una solución de vinculada a un programa como el que se presenta.

A su vez, se promueve un sistema pasivo y bioclimático, reduciendo a mínimos los consumos energéticos y aprovechando al máximo las energías renovables. Desplazando a un segundo plano la utilización de instalaciones mecánicas. Dichas instalaciones se recuperarán de las ahora instaladas en el edificio.

La solución la propone la propia física de los materiales. Se propone la construcción de una fachada basada en lamas que por medio del  incremento de temperatura proporcionada por el Sol los materiales de su composición se dilatan y experimentan una curvatura exponencial en la lama.

La lama estará compuesta por un material  con gran coeficiente de dilatación (polietileno de alta densidad -200·10-6/ °C-1) pegado completamente a uno con un coeficiente de dilatación infinitamente inferior (fibra de carbono – 2,1·10-6/ °C-1). Al incrementar de temperatura, el polietileno se dilata enormemente mientras la fibra de carbono se mantiene prácticamente intacta, esto produce un radio de curvatura en la lama que proporciona una fachada cambiante y protege el interior de la radiación solar en verano.

A su vez, con temperaturas bajas, el polietileno se contrae más que la fibra de carbono y produce una curvatura inversa, reflejando la luz invernal del sol hacia el interior.

La lama, para proporcionar unas mayores prestaciones y durabilidad excelente, se cubre con una fina lámina de aluminio que protege a los dos materiales de agentes que los pudiesen deteriorar (principalmente al polietileno). A su vez acelera el aumento de temperatura del polietileno dado su bajo calor específico.

Por último, y no por ello menos importante, se proyecta un edificio mutable, capaz de absorber cualquier cambio de uso. Toda la compartimentación será ligera. Se  tratará de tabiquería realizada con carpintería de aluminio y vidrio y tabiquería ligera de  paneles de madera de roble.

Asimismo se garantizará un correcto aislamiento acústico en todos los paramentos. Preservando la intimidad en cada uno de los diferentes espacios que conforman el conjunto.

También se tiene en consideración la concesión de algunas zonas del edificio que sean susceptibles de incorporación de nuevas demandas. Los nuevos usos se ordenarán racionalmente y se surtirán de las instalaciones y comunicaciones existentes.


Concurso Ciudad De la Justicia de Vigo

+ fachada bioclimática