saestudio de arquitectura


 
 

En el bajo de un edificio histórico que debía ser respetado, se sitúa la vinoteca Boca Negra, cuyo cliente pidió en su encargo que la cocina, de autor y cambiante, fuese el centro físico y simbólico del local.
Toda la estructura, independiente de los muros de piedra preexistentes, es visible y multifuncional: envuelve, expone y protege la comida; alberga la cocina y los espacios de almacenamiento asociados; funciona de botellero y rak para copas; es barra y banco, y de ella también cuelgan la iluminación y los sistemas de climatización. 

La ferralla, material normalmente oculto, aquí se dignifica y se muestra abierta y sinceramente, explicando el concepto del proyecto de una forma clara y directa.

Obra finalista en los XVI Premios COAG.


Reforma del bar Boca Negra

+